DF Conexión a China | Caos en Washington, ¿oportunidad para Beijing?
Gideon Rachman Financial Times
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Gideon Rachman
La idea de que las elecciones estadounidenses puedan verse sacudidas por una “sorpresa de octubre” es un tema común en los comentarios políticos. Un tema que no se ha tocado mucho es el riesgo de que China se aproveche del caos político en Estados Unidos para actuar contra Taiwán, lo cual traería una “sorpresa” de noviembre o diciembre que convulsionaría las relaciones internacionales.
El estruendo de la campaña estadounidense está eclipsando las palabras y acciones cada vez más agresivas de China, a medida que amenaza con usar fuerza militar para combatir lo que considera el “separatismo” intolerable de Taiwán, que es, de facto, un Estado independiente, pero reclamado por Beijing.
Durante décadas, EEUU ha mantenido bajo control la amenaza de una invasión china de Taiwán. Washington no ha llegado a ofrecerle una garantía de seguridad explícita, pero ha mantenido una política de ambigüedad estratégica: vendiéndole armas a Taiwán y dejando abierta la posibilidad de que EEUU recurriría al uso de la fuerza para defender la isla. Pero China se ha enfrascado en una enorme expansión militar. Y actualmente EEUU está consumido por la campaña electoral presidencial más divisiva que se recuerde. En estas circunstancias, el gobierno chino podría poner en tela de juicio el compromiso continuo de EEUU con Taiwán.
El trasfondo de la crisis actual es la radicalización de la postura de Beijing hacia Taiwán desde que el Presidente Xi Jinping se convirtió en líder en 2012. Xi dice que la “reunificación” con Taiwán es una parte crucial del “gran rejuvenecimiento” de la nación china, su proyecto emblemático. También dice que el tema de Taiwán ya no se puede postergar “de generación en generación”. Quizás ve a Taiwán como una forma de garantizar su lugar en el panteón de los grandes líderes de China, junto a Mao Zedong.
El hecho de que China haya enfrentado la pandemia de coronavirus de forma más exitosa que EEUU también ha provocado que muchos en Beijing digan que su antiguo rival está en un declive inexorable. Beijing sabe que, si EEUU no defiende a Taiwán, los aliados estadounidenses en toda la región podrían perder la fe en la protección estadounidense, tras lo cual la hegemonía china en la región Asia-Pacífico parecería inevitable e irresistible.
China puede implementar una serie de medidas incrementales -que involucran embargos y usurpaciones territoriales- conforme aumenta la presión sobre Taiwán. Sin embargo, el peligro es que Beijing malinterprete la respuesta de Washington. Porque, aunque EEUU se encuentra de hecho en un estado de caos político, existe la determinación bipartidista en Washington de mantener el estatus del país como potencia dominante en el Pacífico y defender a otras democracias.
Las guerras entre grandes potencias -incluyendo la Primera y la Segunda Guerras Mundial- a menudo han estallado porque los gobiernos han calculado mal las reacciones de los otros.